jueves, febrero 27, 2014

Poema de Córdoba (I)

Córdoba barroca, Poema de Córdoba. Esmalte sobre loseta de barro (30x15) basado en la pintura de Julio Romero de Torres (1913)

martes, febrero 18, 2014

El lamento de Ariadna (XXIII)

Ariadne, Antoine Caron, Les Images ou Tableaux de platte peinture des deux Philostrates..., ed. 1637

La fábula de Ariadna en una traducción de Filóstrato al francés

Durante el gobierno del emperador Septimio Severo y en el marco de la denominada "Segunda Sofística", un periodo en el que la literatura griega, sirviéndose magistralmente de la retórica y la erudición, se preocupó sobre todo por perpetuar los logros adquiridos por los grandes creadores de las épocas arcaica y clásica, floreció la figura de Filóstrato (s. II-III d. C.), a quien el Suda atribuye unas Cartas, Biografías de los Sofistas, Vida de Apolonio de Tiana (encargada por la propia emperatriz Julia Domna), Heroico y Cuadros. Una obra del mismo título que esta última se atribuyó a otro Filóstrato, sobrino del primero. Realmente, no se ha resuelto aún la cuestión de la autoría de estas obras e incluso se discute cuántos escritores del mismo nombre existieron.

Cuadros (Imagines) recogía las descripciones ("écfrasis" es como se llama este género en la retórica antigua) de una serie de 65 pinturas que se encontraban en una villa de Nápoles. Aunque estas obras se perdieron, reviven en la prosa de su admirador, cuyas palabras ejercieron gran influjo en pintores de todas las épocas, particularmente en Tiziano y Poussin. Entre las "imagines" del primer Filóstrato se encontraba una pintura que representaba la huida de Teseo mientras Ariadna dormía plácidamente sobre una roca y el dios Dioniso la contemplaba. He aquí el texto griego y su traducción aproximada.            


        
A finales del siglo XVI Blaise de la Vigenère Bourbonnois (1523-1596), diplomático, criptógrafo y químico, amén de literato y profundo conocedor de las lenguas clásicas, se encargó de la traducción al francés y comentario de los Cuadros de Filóstrato el Viejo y de Filóstrato el Joven. En 1578 aparecía su obra dedicada a los primeros, Les Images ou Tableaux de platte peinture de Philostrate Lemnien Sophiste Grec. Mis en françois par... Avec des Arguments et Annotations sur chacun d´iceux (París, Nicolas Chesneau), que fue reeditada (corregida y aumentada) en 1597 (París, L´Angellier). En 1602, ya muerto el traductor y comentarista, salía a la luz La suite de Philostrate. Les Images ou Tableaux de platte peinture du Jeune Philostrate (París, Abel L´Angellier), con las descripciones de Filóstrato el Joven.

En la edición de 1578 De la Vigenère dedica a la historia de Ariadna desde la mitad de la página 128 hasta la 142v. En primer lugar resume el mito ("argument"), luego traduce el texto de Filóstrato y, a partir de la página 130, comienzan las notas, donde hace un minucioso recorrido por pasajes de Pausanias, Catulo (traducción incluida del "Lamento de Ariadna" del poema 64), Plutarco, Diodoro de Sicilia, Heródoto... La edición de 1597 no presenta grandes novedades, pero la realizada en 1609, que reunía ahora los Cuadros de los dos Filóstratos con las écfrasis dedicadas por el también sofista y retórico Calístrato (s. III a. C) a catorce estatuas de piedra y bronce de distinguidos artistas (Les Images ou Tableaux de platte peinture des deux Philostrates et des statues de Callistrate mis en françois par... Avec des epigrammes sur chacun d´iceux par Arthus Th. Sieur d´Embry, París, Sébastien Cramoisy), contiene, además de los epigramas que refiere el título, 58 ilustraciones realizadas por el artista Antoine Caron.

 Antoine Caron (1521-1599) fue un creador polifacético que destacó en la corte francesa durante los reinados de Carlos IX y Enrique III. Discípulo de Niccolò dell´Abbate y Francesco Primaticcio, seguidor del manierismo italiano y adscrito a la Escuela de Fontainebleau, cultivó los temas alegóricos, históricos y mitológicos representándolos con cierta extravagancia (exageradas arquitecturas que anuncian el Barroco, colores muy vivos). Parece ser que fue el editor L´Angellier quien encargó a Caron ilustrar las traducciones de De la Vigenère, pero la muerte le sorprendió cuando aún no había finalizado su trabajo. De hecho, en la edición de 1614 (Les Images ou Tableaux de platte peinture des deux Philostrates Sophistes grecs et les statues de Callistrate, París, Veuves de Abel l´Angellier y M. Guillemot) se añadirán otras diez ilustraciones del grabador flamenco Jaspar Isaac (1585?-1654), que ya acompañarán a las de Caron en las sucesivas impresiones de la obra. 

Detalle de la imagen anterior

 El dibujo de Caron que aquí nos interesa (reproducimos el grabado de la edición de 1637) presenta, según describía Filóstrato, a Ariadna dormida sobre una roca con el cuerpo desnudo hasta la cintura y su cabeza caída hacia atrás dejando ver su cuello. Dioniso desembarca de una nave, que es un prodigio de ornamentación, y se dirige hacia ella con mirada de enamorado. Apenas tiene protagonismo su cortejo, que permanece aún dentro del navío. Tras una arboleda, en el mar, desaparece la barcaza de Teseo, cuya figura encontramos sentada en la proa (quizá Fedra le acompaña), con la cara vuelta hacia la orilla. Al fondo, una fantástica ciudad.

Thomas Artus (h. mitad del s. XVI- post 1614), autor de la sátira Les Hermaphrodites (1605) y comentarista de la traducción de De la Vigenère de la Vida de Apolonio de Tiana, escribió para la edición de 1609 una serie de epigramas, que aparecerían impresos al pie de cada grabado. El concerniente a la fábula de Ariadna dice:

L´ingrat est tousiours infidele,
Le lascif vent tousiours changer,
Si Thesée oublie sa belle,
Et le bien qu´il a receu d´elle,
L´ayant preservé du danger,
Bacchus n´a pas moins d´inconstance,
Car il ayme le changement,
Ny Ariadné d´imprudence,
D´avoir choisi un tel amant:
Sa volupté fut la plus forte,
Bien que son mal fut à sa parte.

El ingrato es siempre infiel,
El lascivo viento, siempre cambiante.
Si Teseo olvida a su amada
Y el bien que ha recibido de ella:
Haberlo preservado del peligro,
Baco no es menos veleidoso.
Pues a él le gusta la mudanza.
Ni menos imprudente Ariadna
Por haber elegido a tal amante.
Fue tan grande su voluptuosidad
Aunque consigo trajera la desgracia.(1)

(1) Seguramente el autor hace referencia a la leyenda de la muerte de Ariadna a manos de Ártemis cumpliendo una orden del propio Dioniso.

Detalle de la imagen de cabecera
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