jueves, mayo 02, 2013

Primavera XI

La Primavera o El regreso de la Primavera, William Adolphe Bouguereau (1886), Museo de Arte Joslyn (Omaha, U.S.A.)

Carmina Burana LXVIII

1. Saturni sidus liuidum Mercurio micante
Fugatur ab Apolline risum Iouis nudante,
Redit ab exilio uer coma rutilante.

2. Cantu nemus auium
Lasciuia canentium
Suaue delinitur,
Fronde redimitur;
Vernant spine floribus
Micantibus,
Signantibus
Venerem, quia spina pungit, flos blanditur. 

3. Mater Venus subditis amori
Dulcia
Stipendia
Copia
Largiri delectatur uberiori. 

4. Dulcis aura Zephyri
Spirans ab occidente
Iouis fauet sideri
Alacriori mente,
Aquilonem carceri
Eolo nolente
Deputans; sic ceteri
Glaciales spiritus diffugiunt repente.
Redit calor etheri,
Dum caligo nubium rarescit Sole Taurum tenente. 

5. Sic beati spes, halitus flagrans oris tenelli,
Dum acclinat basium, 
Scindit nubem omnium
Curarum; sed auelli
Nescit, ni congressio sit arcani medica duelli.

6. Felix hora huius duelli,
Cui contingit nectar adunare melli!
Quam felix unio,
Cuius suauitatis poculo
Sopiuntur sensus et ocelli!

1. De Saturno el astro envidioso, Mercurio brillando,
Es ahuyentado por Apolo, la risa de Júpiter mostrando;
Regresa de su exilio Primavera, con su cabellera rutilando.

2. El bosque con el canto de los pájaros,
Que con desenfreno cantan,
Placentero se dibuja,
Con frondas se corona.
Brotan las espinas entre las flores
Que resplandecen,
Y son emblema
De Venus; pues la espina pincha, la flor acaricia.

3. La madre Venus a quienes se someten al Amor
Dulces
Sueldos
Con generosidad
Mucha se complace pagar.

4. La dulce aura del Céfiro
Soplando desde occidente
Al astro de Júpiter acoge
Con más alegre pensamiento,
Al Aquilón en su cárcel,
Sin que lo quiera Eolo,
Encerrando; así los demás
Aires helados huyen de repente.
Regresa el calor a la atmósfera
Mientras la oscuridad de las nubes se desvanece al ocupar Tauro el Sol.

5. Así  la esperanza de felicidad, el aliento ardiente de una boquita tierna,
Mientras se entrega al beso,
Rasga la nube de todas
Las cuitas; mas cómo apartarla
No sabe, si no se produce la curativa unión del secreto combate.

6. ¡Dichosa la hora de este combate,
Al que toca unir el néctar con la miel!
¡Qué dichosa unión!
¡Con un trago de este placer
Los ojitos y los sentidos se adormecen!
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...