jueves, abril 09, 2009

Iglesias, conventos y hospitales (I)

























El hospital del Amor de Dios de Medina Sidonia


En su testamento de 11 de abril de 1544, Alonso Picazo, vecino y regidor de la ciudad de Medina Sidonia, ordenaba que, a su muerte, las casas en las que tenía residencia se convirtiesen en un hospital e iglesia con título del Amor de Dios. En ésta sería sepultado su cuerpo. Ambos edificios estaban ya en uso en 1573, siendo el hospital el único de la ciudad que admitía mujeres. La administración correspondía al cura párroco de fábrica de Santa María la Mayor.
Entre los benefactores de la institución cabe contar al obispo de Cádiz don Antonio de la Plaza, quien -según el Vicario Martínez- hizo construir a finales del siglo XVIII “hermosas enfermerías para hombres y mujeres, y habitaciones cómodas para los sirvientes de ambos sexos”. Doña Beatriz Montes de Oca y Novela se preocupó de la rehabilitación de la iglesia cuando amenazaba ruina, siendo inaugurada la que hoy conocemos el 4 de diciembre de 1796. Su altar mayor acoge un hermoso Calvario. En esta época existió incluso una cofradía del Amor de Dios que contaba entre sus propósitos con la asistencia a los enfermos del hospital y del pueblo, a los encarcelados y a los sentenciados a muerte, para lo cual pedía limosna. En 1802 don Manuel Álvarez amplió los servicios que prestaba el hospital con la fundación de una casa para niños huérfanos en el entonces número 48 de la calle Álamo. En 1835 residían en ella ocho niños y once niñas; en 1836, cinco niños y trece niñas.
Sin embargo, tras las desamortizaciones del siglo XIX la situación del Amor de Dios era precaria. De hecho, sólo quedaban doce de las setenta y cuatro camas con las que había llegado a contar, y apenas podía mantenerse a los dos pobres que allí tenían albergue. El Marqués de los Francos, procurador en Cortes por el distrito de Medina, pudo rescatar los bienes de la institución en 1856, y en 1874 el padre Síñigo trasladó a la casa contigua la residencia para huérfanos pobres, que más adelante sólo acogería a niñas.
En 1902 se encomienda la atención del hospital y orfelinato a las Hermanas Terciarias Franciscanas del Rebaño de María, que sigue en la actualidad desarrollando un callado pero encomiable trabajo. Por Real Orden de 25 de septiembre de 1930, atendiendo a su origen y estatutos, el establecimiento era reconocido entre los de Beneficencia Particular. Desde 1950 el hospital pasó a ocuparse exclusivamente de la atención a los ancianos necesitados. La Casa de Huérfanas pervivió hasta 1968.
Recientemente se ha constituido la Fundación Alonso Picazo para seguir velando por el espíritu fundacional de la obra y asegurar la supervivencia de una institución patrimonio de todos los asidonenses.
Relataba Juan Fastenrath en su artículo "El padre de Fernán Caballero" (Cádiz. Artes, Letras, Ciencias, 30 de abril de 1880) que, en una visita que hizo en 1869 a Cecilia Böhl de Faber en Sevilla, la escritora, tan aficionada a recopilar coplillas, poemas y dichos populares andaluces, le comunicó lo que sigue: "En Medina Sidonia hay un hospital, tiene por nombre: "Amor de Dios". En un nicho a la puerta hay una linda efigie del Niño Dios, que tiene en la mano una demanda y al pie estos versos:

Cristiano, por ti encarné
en el seno de María,
Por ti en Belén un día
Cual tierno infante lloré,
Por ti en la cruz expiré
Burlado del judaísmo,
Por ti descendí al abismo;
Y, si ves que pido aquí,
no creas que es para mí,
Que pido para ti mismo."

Pocos de los asidonenses que se adentran en la callejuela del Hospital para venerar en su zaguán la imagen en lienzo que representa al milagroso Cristo de Humildad y Paciencia, popularmente denominado "Señor del Amor de Dios", reparan en la pequeña talla de este Niño Jesús que, apenas visible tras una tupida celosía, sigue ofreciendo su oración desde el mismo ventanuco que hace siglos.

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